El sonido del silencio (The Sound of Silent)



En estos tiempos de melancolía y temor, la memoria acústica, una propiedad que todos llevamos dentro, me activa el sonido del silencio, las voces duales de "Simon and Garfunkel", una lírica entretejida en los misterios oscuros de los sueños, que dice algo así: Hola oscuridad, vieja amiga, quiero de nuevo hablar contigo, porque una visión, que trepaba suavemente, dejó sus semillas mientras dormía, y esa visión, que absorbía mi cerebro, está aquí todavía. Dentro del sonido del silencio, en agitados sueños, yo caminaba solo en las estrechas calles adoquinadas; y en la luz tenue vi a diez mil personas, o quizá más, gente hablando sin hablar, gente escuchando sin escuchar, gente escribiendo canciones cuyas voces nunca se oirán; y nadie se atreve a perturbar el sonido del silencio. "Imbéciles”, les dije yo, no sabéis que el silencio crece como un cáncer; y que puede oír mis palabras, con las que podría enseñarte, tomarte en mis brazos, y abrazarte. Pero mis palabras caen como silenciosas gotas de lluvia, y suenan en los pozos del silencio. Y la gente se inclinó, y rezó al dios de neón que hicieron, y el destello de las señales advertía en palabras que se iban formando: las palabras de los profetas están escritas en las paredes del metro, y en las paredes de las casas, y susurradas en los sonidos del silencio. 

Cuando se publicó la canción, en 1965, la tensión era grande: los jóvenes trataban de salir a la luz huyendo de las tinieblas familiares, formales, institucionales, y para colmo se iniciaba el reclutamiento hacia Vietnam, un matadero sin venir a cuento. 

Como los sueños son interpretables, el sonido del silencio me suena a las calles desiertas y los bares cerrados de esta pandemia. Para mí que los sonidos del silencio vienen a ser esa parálisis temerosa del Dios de neón que hemos construido últimamente. Así que deberíamos construir otro, más seguro, más afectivo y amoroso, más estratégico, con más valores que valgan la pena, más cohesionado, construir un Dios de neón más acorde con nuestro mundo. El que vamos a dejar a los hijos, y a los hijos de sus hijos.    

Simon and Garfunkel en Central Park


Comentarios

  1. ANIANO que bonita nos salió la traducción libre que hicimos de "The sound of silence".. ( silence es un sustantivo y al referirse a un concepto general no lleva articulo).La letra es una metáfora del mundo en los años 60 y hoy década de los 20 la aplicamos al mundo global del desastre mundial coronavirus que estamos padeciendo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Guerra, de Tejeda

La isla y la ciencia

Hijo Predilecto para el Dr. José Domingo Hernández Guerra