Leopoldo O'Shanahan Roca

Tío Poli es de esa raza de personas que las quieres al instante de hablar con ellas. Esa mirada inteligente de ojos de vidrio azul. Esa sonrisa confidente. Ese sosiego en la cara. Esa dicción medida, bienhablada, con tantas cosas que decir. Esa conversación amigable, sin prisas, no como las de ahora que no hay tiempo para el encuentro con los demás. Por eso a Poli le contrajeron su nombre propio hasta el extremo de su esencia: esa afectividad que despliega naturalmente. Las familias canarias, con su habla característica tan cariñosa, reducen los nombres propios hasta encontrar el adecuado. En la familia de ascendencia irlandesa de tío Poli, se nombra "Maena" por María Eugenia, o "Toti" por Antonio José. 

A pocas horas de su despedida estoy aquí, en Las Magnolias, el lugar donde siempre estuvo. Ahora parece que la luna se infló para brillar más aún. No hay duda, alumbra su marcha


. No es para menos, se va una persona que la quieres al instante de hablar con ella. Un ilustrado y un profesional, doctor en biología, profesor y estudioso de las costas, su flora y su fauna, analista de las consecuencias negativas del desarrollo urbano desaforado. Un padrazo, un hombre bueno. Quisiera surcar los cielos ahora que la luna brilla tan esplendorosa por Leopoldo O'Shanahan Roca. Quisiera encontrármelo en algún recodo de una constelación, para volver a conversar sin prisas y con enjundia, de todo lo que a él gustaba, que no era poco. (A tío Poli no le faltaban ocurrencias, siempre podía decir algo más).

Tus hijas e hijos, tus seres queridos, tus amigos que aquí dejaste, te querrán siempre. Pero yo a partir de ahora cada 29 de noviembre sufriré una sensación contradictoria: será el día de tu marcha, que es el mismo día de mi nacimiento. Por eso, conociéndote, me atrevo a dedicarte aquellas palabras que Miguel Hernández, el poeta pastor, regaló en su Elegía a su amigo Ramón Sijé: "A las aladas almas de las rosas/ del almendro de nata te requiero, / que tenemos que hablar de muchas cosas, / compañero del alma, compañero".   


Comentarios

  1. ¡Qué hermoso! Muchas gracias, de corazón.

    Laura (“la segunda” de Poli)

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  2. Gracias a tí. Por el padre que tuviste y que yo también pude disfrutar.

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  3. Siempre en el recuerdo con tanto amor!!!

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